La
Segunda República Española
Causas
de la proclamación de la Segunda República:
Desprestigio
de la monarquía entre las clases medias (partidos políticos
“dinásticos”, tradicionales) debido a su apoyo a la Dictadura
del general Miguel Primo de Rivera (1923-1930), que les marginó del
poder. Oposición del movimiento obrero y de los republicanos
históricos.
Tras
la victoria de la coalición de republicanos y socialistas en las
elecciones municipales, Alfonso XII decide abandonar el país:
proclamación de la Segunda República el
14 de abril de 1931.
Reformas
llevadas a cabo por el régimen republicano (bienio progresista,
1931-1933):
Constitución
de 1931: República democrática,
permite el sufragio universal, incluido el voto femenino.
Reforma
agraria: expropiación (con
indemnización) de los latifundios (sólo aquellos no cultivados o
sistemáticamente arrendados) para vender (a crédito) la tierra a
los jornaleros. Se aplicó con lentitud, por falta de fondos, y llevó
a cabo un número muy bajo de asentamientos.
[Legislación
laboral: convenios colectivos
negociados por sindicatos y patronal, con mediación del Gobierno
(Jurados Mixtos).]
Aprobación
de la autonomía para Cataluña: autogobierno
de la Generalitat (Lluís
Companys).
Reforma
del Ejército: recorte del exceso de
oficiales, ofreciendo el retiro a quienes se negaran a jurar
fidelidad a la República.
Reforma
educativa: desarrollo de un sistema
educativo laico, creación de numerosas escuelas; prohibición a la
Iglesia de ejercer la enseñanza (medida que no llegó a aplicarse),
a fin de reducir su influencia social.
Oposición
a las reformas republicanas entre quienes
se consideraban perjudicados: la Iglesia
(y muchos católicos), el Ejército (entre otras cosas, por temer que
peligraba la unidad nacional) y los propietarios (patronal y
terratenientes).
La
organización obrera más numerosa, la anarcosindicalista CNT,
rechazaba por principio todos los regímenes políticos
(anarquismo), y protagonizó numerosas huelgas y
algunos intentos revolucionarios (Casas
Viejas, enero de 1933).
Creciente
descontento por la lentitud de las
reformas republicanas entre el PSOE y sus bases obreras de la UGT;
los socialistas acaban abandonando el Gobierno a finales de 1933.
Gobierno
conservador (bienio “rectificador”, 1933-1936):
Victoria
de la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas), partido
católico y conservador, que consigue coordinar a la derecha, antes
dispersa, bajo el liderazgo de José María Gil Robles. Gobierno
republicano (Lerroux, Partido Radical)
con apoyo de la CEDA: paralización de las reformas emprendidas
durante el bienio reformista.
Crisis
de 1934: Contexto internacional:
ascenso del fascismo (Italia, desde 1922; Alemania, desde 1933;
Austria, desde principios de 1934). Reacciones
ante la entrada de tres Ministros de la CEDA en el Gobierno, en
octubre de 1934, vista como un peligro para el propio régimen
republicano: huelga general revolucionaria socialista, que se
transforma en revolución en Asturias (con apoyo de comunistas y
anarquistas), y sublevación separatista del Gobierno de la
Generalitat. Como consecuencia se producen numerosos encarcelamientos
entre los dirigentes obreros y republicanos.
Gobierno
del Frente Popular (1936):
Formación
del Frente Popular, coalición electoral de todos los partidos de
izquierda (republicanos, socialistas y comunistas). El principal
objetivo de la alianza es obtener la
amnistía para los presos políticos. Los anarquistas dieron libertad
de voto a los obreros, en vez de pedir la abstención, colaborando a
la victoria obtenida en las urnas por el Frente Popular en febrero de
1936.
Reactivación
de las reformas republicanas.
Aumento
de la conflictividad obrera (huelgas, ocupaciones de tierras). El
PSOE se niega a gobernar en coalición con los republicanos y adopta
una postura revolucionaria (Largo Caballero, el “Lenin español”).
Polarización
de la sociedad en dos bandos irreconciliables: derecha e izquierda.
Numerosos episodios de violencia (“primavera sangrienta”): quema
de iglesias, asesinatos políticos. En vísperas de la Guerra Civil,
asesinato del Teniente Castillo, oficial de la Guardia de Asalto de
ideología socialista, contestado con el asesinato del diputado
fascista José Calvo Sotelo.
Conspiración
militar de varios generales: Emilio
Mola, “el Director”, destinado en Pamplona; Francisco Franco,
quien debía ponerse al frente de las tropas de Marruecos, destinado
en Canarias. Apoyo civil: Falange
Española (partido fascista, liderado por José Antonio Primo de
Rivera), carlistas (con gran peso en Navarra).
La
sublevación militar se
inició el 17 de julio de 1936, en
Marruecos, y el 18 de julio en la península, dando inicio a la
Guerra Civil.
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